"Cuida tus valores porque se convierten en tus pensamientos.
Cuida tus pensamientos porque se convierten en tus palabras.
Cuida tus palabras porque se convierten en tus acciones.
Cuida tus acciones porque se convierten en tus hábitos.
Cuida tus hábitos porque se convierten en tu carácter.
Cuida tu carácter porque se convierte en tu destino."
Esta frase, atribuida en ocasiones a Gandhi y en otras a sabios como Lao Tse o Frank Outlaw, no necesita una autoría para tocar algo profundo en quienes acompañamos procesos de transformación personal, educativa y familiar.
Como Coach Educativa y Asesora familiar, la he escuchado muchas veces resonar en madres, padres, educadores y adolescentes que, sin saberlo, ya están en camino hacia un destino más consciente. Esta frase encierra una poderosa verdad: cada pequeño pensamiento o gesto cotidiano, muchas veces imperceptible, pone en marcha un proceso en cadena que influye en cómo nos relacionamos con nosotros mismos, con los demás y con el mundo. Entender esto es clave para acompañar procesos educativos con profundidad y respeto. Y todo empieza con una mirada hacia dentro: una invitación a tomar conciencia de lo que valoramos, pensamos, decimos y hacemos.
🌱 Valores: la semilla invisible
¿Te has preguntado qué valores están presentes —o ausentes— en las decisiones cotidianas de tu hogar o aula? Los valores no se enseñan con discursos, se transmiten con presencia. Son el aire emocional que se respira en una familia o en un grupo.
Amor, respeto, responsabilidad, alegría, honestidad… no se imponen, se descubren, se nombran, se viven.
💭 Pensamientos: el diálogo interno que educa
Los niños y adolescentes están en constante diálogo interno. A menudo, repiten sin saberlo los pensamientos de quienes les rodean: “no puedo”, “siempre me equivoco”, “esto no es para mí”. Acompañarlos a mirar esos pensamientos sin juzgar, a cuestionarlos desde el cariño, es uno de los mayores regalos que podemos hacerles.
🗣️ Palabras: puentes o muros
Las palabras que usamos —y las que escuchan— construyen mundos. No se trata de corregir cada expresión, sino de cultivar un lenguaje que conecte, que sea puente, que invite a la reflexión y al encuentro
🛤️ Hábitos y carácter: lo que hacemos cuando nadie nos ve
Aquí es donde los procesos se consolidan. Lo que hacemos cada día, casi sin pensar, va moldeando quién somos. Por eso los hábitos no deben forzarse desde fuera, sino nacer del sentido, del propósito y del placer de hacer lo que me hace bien.
Desde este lugar, el carácter deja de ser una “etiqueta” para convertirse en una coherencia: “esto que hago me representa, me refleja, me construye”.
✨ Y el destino… ¿es algo que se elige?
No podemos controlar todo lo que nos pasa, pero sí podemos cultivar la forma en que lo vivimos. Acompañar a nuestros hijos, hijas y estudiantes a descubrir esta libertad interior —la que nace de cuidar sus valores— es abrirles la puerta a un destino más pleno y consciente.
¿Y tú?
¿Qué valor estás cultivando hoy en tu familia, en tu aula, en tu propia vida?
🌀 Si algo de este viaje ha resonado contigo, te invito a hacer una pausa, mirar hacia dentro y dar un primer paso con conciencia. Porque cada cambio profundo comienza con una decisión silenciosa: cuidar lo que somos para caminar hacia lo que podemos llegar a ser.
Con mucho amor,
Marta chimisana
Asesora familiar | Valores | Acompañamiento familiar | Crianza consciente | Coacheducativo