En la crianza consciente, hay una herramienta que, aunque sencilla, puede transformar por completo la relación con nuestros hijos: la empatía.
Pero, ¿Qué es exactamente la empatía y por qué es tan importante en el día a día como padres? Vamos a verlo de manera cercana y práctica.
La empatía es la capacidad de ponerse en los zapatos de otra persona, de intentar sentir lo que están sintiendo, y responder desde ese entendimiento. Para nada es solo "sentir pena" por alguien, como muchas veces se confunde con la simpatía, sino que es un intento genuino de comprender y conectar emocionalmente.
En el contexto de la crianza, la empatía significa que intentamos entender cómo se sienten nuestros hijos, por qué reaccionan de cierta manera y, desde ahí, acompañarlos sin juzgar. Este acto tan sencillo crea un vínculo profundo entre padres e hijos y les ayuda a sentirse comprendidos, algo fundamental para su desarrollo emocional.
Ahora que entendemos qué es la empatía y por qué es tan importante, la pregunta es:
¿Cómo podemos aplicarla en nuestra rutina diaria como padres?
A veces, solo necesitamos escuchar. Cuando nuestros hijos nos están contando algo o expresando una emoción, darles el espacio para hablar sin interrumpir ni intentar ofrecer soluciones inmediatas. Escuchar con atención plena es el primer paso.
El siguiente paso seria validar sus emociones, en lugar de decirles que no pasa nada o que no deberían estar tristes o enfadados, validar cómo se sienten. Puedes decir algo como "Entiendo que estés frustrado" o "Sé que esto te hace sentir triste". Al hacer esto, les enseñas que sus emociones son legítimas, y que es normal sentir lo que sienten.
Ponerse en su lugar y hacer el esfuerzo de imaginar cómo se siente tu hijo en una situación concreta, puede hacer un cambio de perspectiva que te ayudará a ver el mundo desde sus ojos, lo que es esencial para responder con empatía.
Muchas veces, como padres, sentimos la urgencia de resolver los problemas de nuestros hijos rápidamente. Pero a veces lo que más necesitan es simplemente que estemos presentes. En lugar de intentar ofrecer soluciones inmediatas, acompáñalos en su emoción. Un simple "Estoy aquí para ti" puede ser mucho más poderoso que intentar solucionarlo todo de inmediato.
La empatía no es solo una habilidad para aplicar en momentos difíciles, es un enfoque que transforma la crianza diaria.
Al ser empáticos, no solo ayudamos a nuestros hijos a llevar sus emociones, sino que también les enseñamos a relacionarse de una manera más respetuosa y compasiva con los demás. Y esto es uno de los mayores regalos que podemos darles.
La próxima vez que tu hijo esté pasando por un mal momento, respira profundo, ponlo en el centro de tu atención y recuerda que, a través de la empatía, puedes construir una relación más sólida y amorosa con ellos. La crianza consciente no se trata de ser padres perfectos, sino de estar presentes de manera auténtica, acompañando a nuestros hijos en cada paso del camino.
Con mucho amor,
Marta Chimisana
Asesora familiar | Acompañamiento familiar | Crianza consciente | herramientas | empatía