Tratar con adolescentes desde la crianza consciente

Tratar con adolescentes desde la crianza consciente
Marta Chimisana | 27 de marzo de 2024

Aquí te presento algunas herramientas que pueden ayudarte a aplicar la crianza consciente
en la adolescencia:


Escucha activa: es importante prestar atención a lo que el adolescente dice y demostrar que valoramos sus opiniones y sentimientos. Para ello, podemos usar frases como “entiendo lo que dices”, “me gustaría saber más sobre eso”, “¿cómo te sientes al respecto?” o “¿qué piensas que podrías hacer?”. La escucha activa nos permite conocer mejor a nuestros hijos, comprender sus motivaciones y necesidades, y evitar juicios y críticas que puedan dañar la relación.


Empatía: ponerse en el lugar del adolescente y entender sus perspectivas y emociones. Para ello, podemos usar frases como “sé que es difícil para ti”, “imagino cómo te debes sentir”, “recuerdo cuando yo pasé por algo parecido” o “te agradezco que me hayas contado esto”. La empatía nos permite conectar con nuestros hijos, validar sus sentimientos, ofrecerles apoyo y confianza, y reducir la tensión y el conflicto.

Autonomía: permitir al adolescente tomar decisiones y asumir responsabilidades de acuerdo a su edad y capacidad. Para ello, podemos usar frases como “¿qué te parece si lo haces tú?”, “¿qué opciones tienes?”, “¿qué consecuencias crees que tendrá tu decisión?” o “confío en tu criterio”. La autonomía les permite a nuestros hijos desarrollar su autoestima, su autocontrol, su capacidad de resolver problemas y su sentido de pertenencia.


Límites: establecer normas claras, coherentes y consensuadas que regulen el comportamiento y las expectativas en el hogar. Para ello, podemos usar frases como “estas son las reglas que hemos acordado”, “esto es lo que espero de ti”, “esto es lo que puedes esperar de mí” o “esto es lo que pasará si no cumples”. Los límites les proporcionan a nuestros hijos seguridad, orientación, respeto y justicia.


Consecuencias: aplicar las consecuencias previamente establecidas y acordadas cuando se incumplen los límites. Para ello, podemos usar frases como “recuerda lo que hablamos”, “sabes lo que tienes que hacer”, “entiendo que estés molesto, pero esto es lo que acordamos” o “¿qué puedes hacer para reparar el daño?”. Las consecuencias les enseñan a nuestros hijos a ser responsables de sus acciones, a aprender de sus errores y a reparar las relaciones dañadas.

Refuerzo positivo: reconocer y elogiar los logros, las actitudes y las conductas positivas de nuestros hijos. Para ello, podemos usar frases como “estoy orgulloso de ti”, “me gusta cómo lo has hecho”, “has sido muy valiente” o “gracias por tu ayuda”. El refuerzo positivo les motiva a nuestros hijos a seguir mejorando, a sentirse capaces y a disfrutar de lo que hacen.

Estas herramientas no son fáciles de aplicar, sin embargo pueden marcar una gran diferencia en la relación con nuestros adolescentes. La crianza consciente nos invita a ser adultos más presentes, más comprensivos y más amorosos, y a disfrutar de esta etapa tan especial y única.

Con mucho amor,

Marta Chimisana

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