Hola a todos, hoy vamos a hablar de algo que nos afecta a diario y suelo trabajar en las asesorias grupales con adolescentes.
Nuestras relaciones con los demás. Ya sea con amigos, familia o parejas, las relaciones son una parte fundamental de nuestras vidas.
¿Qué hace que una relación sea saludable? Bueno, en una relación saludable, hay respeto mutuo, confianza, apoyo y comunicación honesta. Es un espacio donde te sientes seguro para ser tú mismo y donde puedes crecer como persona.
Por otro lado, las relaciones tóxicas son aquellas que nos hacen sentir mal. Pueden estar llenas de celos, falta de respeto, manipulación o incluso abuso. Es importante reconocer estas señales y saber que no está bien ser tratado de manera que te haga sentir menos, triste o asustado.
¿De qué depende tener una relación sana o tóxica?
Comunicación: Una comunicación abierta y honesta es clave para una relación saludable. Sin ella, pueden surgir malentendidos y resentimientos.
Respeto mutuo: El respeto por las opiniones, decisiones y espacio personal del otro es fundamental. En las relaciones tóxicas, a menudo hay falta de respeto.
Confianza: La confianza se construye con el tiempo y es esencial para cualquier relación. Las relaciones tóxicas suelen estar marcadas por la desconfianza y los celos.
Independencia: Mantener la individualidad y el espacio personal es importante. Las relaciones tóxicas a menudo implican control o dependencia excesiva.
Apoyo mutuo: Apoyarse mutuamente en los buenos y malos momentos fortalece la relación. Las relaciones tóxicas pueden carecer de apoyo o ser unilaterales.
Resolución de conflictos: Saber manejar y resolver los desacuerdos de manera saludable es crucial. Las relaciones tóxicas pueden tener patrones de evitación o agresión en conflictos.
Autoestima: Una buena autoestima de ambos individuos promueve una relación saludable. Las relaciones tóxicas pueden deteriorar la autoestima de una o ambas partes.
Valores compartidos: Tener valores y objetivos similares puede ayudar a alinear las expectativas. Las diferencias en valores fundamentales pueden crear tensiones.
Límites: Establecer y respetar límites claros es esencial. Las relaciones tóxicas a menudo los violan.
Diversión y disfrute mutuo: Disfrutar juntos y compartir momentos de alegría es importante. Las relaciones tóxicas suelen carecer de estos momentos positivos.
Es importante reflexionar sobre estos aspectos en nuestras relaciones y esforzarnos por fomentar un entorno saludable para nosotros y para los demás.
Con mucho amor,
Marta Chimisana
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