Una de las preguntas que mas me hacen cuando les digo que soy asesora en la crianza consciente, es sin duda que ventajas o diferencias hay entre ésta y la crianza que nos dieron nuestros padres.
La crianza consciente es un modelo educativo que busca educar a los niños de manera consciente, asertiva y amorosa. A diferencia de los métodos más tradicionales, no se basa en la represión o el control, sino en el respeto mutuo y la comprensión emocional.
¿Cómo aplicamos la crianza consciente en casa?
Vínculo afectivo fuerte:
La crianza consciente establece un apego seguro entre padres e hijos. Este vínculo afectivo es fundamental para el desarrollo emocional y psicológico de los pequeños.
Cuando los niños confían en que sus necesidades serán atendidas, se sienten seguros y amados. Esto les proporciona una base sólida para enfrentar los desafíos de la vida.
Al llegar la adolescencia si hemos sembrado esos vínculos todo va a fluir mucho mejor. Sin embargo si hemos descubierto la crianza consciente ya en la adolescencia tengo que decir que nunca es tarde para empezar a fomentar dichos vínculos.
Desarrollo integral:
Al adoptar este enfoque, los padres se convierten en compañeros activos en el crecimiento de sus hijos. No se trata solo de satisfacer sus necesidades básicas, sino de acompañarlos en su autodescubrimiento.
Los niños exploran el mundo a su propio ritmo, guiados por el amor y la comprensión de sus padres. Esto les permite desarrollar habilidades cognitivas, sociales y emocionales de manera más completa.
Comunicación abierta:
La crianza consciente promueve la escucha activa. Los padres aprenden a estar presentes y a comprender las emociones de sus hijos sin juzgar.
En lugar de imponer soluciones, se fomenta la empatía. Los niños se sienten escuchados y valorados, lo que fortalece la relación familiar.
Aprendizaje a través de errores:
En lugar de castigar los errores, la crianza consciente los ve como oportunidades de aprendizaje. Los niños aprenden a enfrentar desafíos y a resolver problemas de manera constructiva.
Equilibrio en la vida familiar:
La crianza consciente no se limita solo a los hijos. También se preocupa por el bienestar de los padres.
Se dan herramientas para el autocuidado y el autoconocimiento de los padres, ya que solo cuando están equilibrados y cuidados pueden brindar un apoyo genuino a sus hijos.
En resumen, la crianza consciente no solo beneficia a los niños, sino a toda la familia. Es un enfoque que nutre el amor, la comprensión y el crecimiento mutuo. ¡Anímate a aplicarla y descubre sus beneficios!
Con mucho amor,
Marta Chimisana
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